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En 1949, a escasos metros de la majestuosa catedral de Burgos, Morcillas San Lesmes empezó la elaboración artesanal en su tienda de la calle la Paloma, de la que tomó su primera denominación de “Morcillas La Paloma”.
El obrador se encontraba en el piso superior del establecimiento y sus increíbles aromas despertaban el apetito de quienes deambulaban por el casco histórico de la ciudad. Un olor que configura el ADN de la tradición gastronómica de la cabeza de Castilla.
Materias primas de calidad: cebolla horcal, arroz perlado, sangre, manteca en rama, tripa natural, sal y especias. Todo ello, cuidadosamente seleccionado y respetando la receta original que se ha mantenido a través del tiempo, enriqueciéndose con la experiencia nuestros maestros morcilleros.
Un limpiado de la tripa totalmente artesanal que ocupa cerca del 60% del tiempo de elaboración previa al cocido para suavizar su intenso sabor, dejándola en en el punto exacto para convertirse en un envoltorio de lujo donde sabor, humedad y textura del producto se entremezclen a partes iguales.
En 1949, a escasos metros de la majestuosa catedral de Burgos, Morcillas San Lesmes empezó la elaboración artesanal en su tienda de la calle la Paloma, de la que tomó su primera denominación de “Morcillas La Paloma”.
El obrador se encontraba en el piso superior del establecimiento y sus increíbles aromas despertaban el apetito de quienes deambulaban por el casco histórico de la ciudad. Un olor que configura el ADN de la tradición gastronómica de la cabeza de Castilla.
La morcilla de Burgos junto con el lechazo, las alubias de Ibeas o el queso fresco son los productos por excelencia de la gastronomía burgalesa. Además la morcilla es uno de los ingredientes básicos de la afamada olla podrida, el potente cocido de alubia roja y derivados del cerdo que ha calentado los inviernos de nuestra tierra.
Bien sea asada, a la plancha, en revuelto, como acompañamiento o de aperitivo, esta obra maestra de la gastronomía no le dejará indiferente. Con el mismo espíritu de calidad y buen hacer que en 1949 Morcillas San Lesmes consigue que la satisfacción de sus clientes sea máxima y, gracias a ello, hayamos llegado con nuestro producto a multitud de rincones.